Para definir economía circular, vamos a empezar por definir “economía”, la cual consiste en la administración de bienes escasos, satisfaciendo las necesidades humanas teniendo fines alternativos o diferentes usos. (Andres Sevilla, 2019)
Mirando más allá del modelo económico actual de “extraer-fabricar-desechar', definido como economía lineal. La economía circular implica, por un lado, desacoplar gradualmente la actividad económica del consumo de recursos finitos y diseñar residuos fuera del sistema, siendo restauradora y regenerativa por diseño. Por otro lado, basándose en la innovación de todo el sistema, permite transitar hacia el uso de fuentes de energía renovables. De esta manera, el modelo reconoce la importancia que tiene pensar la economía de manera efectiva a todas las escalas, desde empresas grandes y pequeñas, hasta organizaciones e individuos, global y localmente.
La transición a una economía circular no solo equivale a ajustes destinados a reducir los impactos negativos de la economía lineal. Más bien, representa un cambio sistémico que construye resiliencia a largo plazo, genera oportunidades comerciales y económicas, y proporciona beneficios ambientales y sociales.
La idea de la noción de circularidad es antigua. Como el ciclo hidrológico o ciclo del agua, donde vemos que la naturaleza todo lo aprovecha y nada desecha. La economía circular proporciona múltiples mecanismos de creación de valor no vinculados al consumo de recursos finitos. En una verdadera economía circular, el consumo solo se produce en ciclos biológicos eficaces; por lo demás, el uso sustituye al consumo. Los recursos se regeneran dentro del ciclo biológico o se recuperan y restauran gracias al ciclo técnico. Dentro del ciclo biológico, distintos procesos permiten regenerar los materiales descartados, pese a la intervención humana o sin que esta sea necesaria. En el ciclo técnico, con la suficiente energía disponible, la intervención humana recupera los distintos recursos y recrea el orden, dentro de la escala temporal que se plantee. Mantener o aumentar el capital supone características diferentes en ambos ciclos.
Principios de la economía circular
La economía circular se basa en tres principios clave, cada uno de los cuales aborda varios de los retos en términos de recursos y del sistema a los que han de hacer frente las economías industriales.
Principio 1: Preservar y mejorar el capital natural:
Controlando existencias finitas y equilibrando los flujos de recursos renovables.
Rotando productos, componentes y materiales con la máxima utilidad en todo momento, tanto en los ciclos técnicos como en los biológicos.
Cuando se necesiten recursos, el sistema circular los selecciona sabiamente y elige las tecnologías y procesos que empleen recursos renovables o que tengan mejores resultados, siempre esto sea factible. Además, una economía circular mejora el capital natural potenciando el flujo de nutrientes del sistema y creando condiciones que, por ejemplo, permitan la regeneración del suelo.
Principio 2: Optimizar el uso de los recursos:
Rotando productos, componentes y materiales con la máxima utilidad en todo momento, tanto en los ciclos técnicos como en los biológicos.
Esto supone diseñar de modo que pueda repetirse el proceso de fabricación, restauración y reciclaje de modo que los componentes y materiales recirculen y sigan contribuyendo a la economía.
Este tipo de sistemas reduce la velocidad de rotación de los productos al incrementar su vida útil y fomentar su reutilización. A su vez, la acción de compartir hace que se incremente la utilización de los productos.
Principio 3: Fomentar la eficacia del sistema:
Revelando y eliminando externalidades negativas.
Lo anterior incluye reducir los daños al uso humano, tales como los relacionados con los alimentos, la movilidad, la vivienda, la educación, la salud y el ocio, y gestionar externalidades tales como el uso del terreno, la contaminación atmosférica, de las aguas y acústica, la emisión de sustancias tóxicas y el cambio climático.
Características de la economía circular:
Si bien los principios de la economía circular actúan como principios de acción, las siguientes características fundamentales describen lo que sería una economía estrictamente circular:
Diseñar sin residuos: Los residuos no existen cuando los componentes biológicos y técnicos (o «materiales») de un producto se diseñan con el fin de adaptarse dentro de un ciclo y se diseñan para el desmontaje y la readaptación. Los materiales biológicos no son tóxicos y pueden comportarse fácilmente. Los materiales técnicos –polímeros, aleaciones y otros materiales artificiales– están diseñados para volver a utilizarse con una mínima energía y la máxima retención de la calidad (mientras que el reciclaje, tal como se entiende habitualmente, provoca una reducción de la calidad y vuelve al proceso como materia prima en bruto).
Aumentar la resiliencia por medio de la diversidad: El modularidad, la versatilidad y la adaptabilidad son características muy apreciadas a las que debe darse prioridad en un mundo incierto y en rápida evolución. Los sistemas diversos con muchas conexiones y escalas son más resilientes a los impactos externos que los sistemas construidos simplemente para maximizar la eficiencia y el rendimiento con resultados de fragilidad extremos.
Trabajar hacia un uso de energía de fuentes renovables: Lo que sería posible por los valores reducidos de energía que precisa una economía circular restaurativa. El sistema de producción agrícola funciona a partir de la actual energía del sol, pero cantidades significativas de combustibles fósiles se utilizan en los fertilizantes, maquinaria agrícola, procesos y a través de la cadena de suministro. Unos sistemas de alimentación y agricultura más integrados reducirían la necesidad de insumos basados en combustibles fósiles y aprovecharían más el valor energético de los subproductos y estiércoles.
Pensar en «sistemas»: La capacidad de comprender cómo influyen entre sí las partes dentro de un todo y la relación del todo con las partes, resulta fundamental. El pensamiento de sistemas se refiere normalmente a la inmensa mayoría de los sistemas del mundo real: no son lineales, tienen una gran retroalimentación y son interdependientes. Dichos sistemas no pueden gestionarse en el sentido «lineal» convencional, sino que precisan una mayor flexibilidad y una adaptación más frecuente a las circunstancias cambiantes.
Pensar en cascadas: Para los materiales biológicos, la esencia de la creación de valor consiste en la oportunidad de extraer valor adicional de productos y materiales mediante su paso en cascada por otras aplicaciones. Por ejemplo, pasar del árbol al horno priva del valor que podría obtenerse mediante una descomposición en fases, mediante usos sucesivos como madera y productos de madera antes de su deterioro y eventual incineración.
Beneficios de la economía circular
El desarrollo de la economía circular debería ayudar a disminuir el uso de los recursos, la producción de residuos y a limitar el consumo de energía. Debe participar igualmente en la reorientación productiva de los países. En efecto, además de los beneficios ambientales, esta actividad emergente es creadora de riqueza y empleo (incluyendo las del ámbito de la economía social) en todo el conjunto del territorio y su desarrollo debe permitir obtener una ventaja competitiva en el contexto de la globalización.
Existe una fuerte motivación económica y empresarial a favor de la economía circular y la eficiencia de los recursos. (Ellen Macarthur Foundation, 2017)
Andrea Vega Muñoz
Ingeniera Ambiental
Bibliografía
Andres Sevilla. (2019). Economipedia Haciendo facil la economia. Obtenido de https://economipedia.com/definiciones/economia.html
Ellen Macarthur Foundation. (2017). Economia circular. Obtenido de https://www.ellenmacarthurfoundation.org/circular-economy
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